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Fascia y porqué es tan importante


Restaurar las cualidades naturales intrínsecas de la fascia de un caballo es clave para la gestión del dolor, y para desbloquear su potencial rendimiento.


Una telaraña nos sirve como una analogía interesante para entender lo que es la fascia. Si tocas un lado de la telaraña, toda la red se mueve, proporcionando información instantánea para que la araña actúe o reaccione. Esta analogía sirve como modelo de tensegridad. “Tensegridad" es un principio de diseño que se aplica cuando un conjunto discontinuo de elementos de compresión se opone y equilibra mediante una fuerza tensil continua, por lo que se crea una pre-tensión interna que estabiliza toda la estructura.


Una red tensante


La fascia funciona en todos los mamíferos de manera similar a la telaraña. Proporciona una red tensante que permite un movimiento funcional. Podrías decir que funciona como un sistema de “cables”, permitiéndonos movernos en el campo gravitacional. Sin ella seríamos como un edificio que empieza a torcerse. El edificio se acabaría cayendo. No obstante debido a nuestra habilidad para usar el sistema de cables, podemos hacer movimientos increíblemente difíciles y funcionalmente específicos, que permiten la dexteridad y el atletismo. Esto es verdad en el caso de un humano que se convierte en un gran violinista, gimnasta, atleta o simplemente cumple la tarea de poder andar de manera funcional. Es lo que permite a un caballo convertirse en un competidor de los juegos olímpicos. La fascia es, en realidad, lo que crea cualquier tipo de postura – buena o mala -en humanos y animales. La fascia, como nuestra analogía de la telaraña, es un sistema de comunicación corporal completo que, si es estimulado, transmite una señal a cada parte del cuerpo.


Todos estamos familiarizados con la fascia como una capa brillante de tejido que cubre un músculo, pero es mucho más que eso. Este tejido conectivo cubre incluso las fibras musculares más pequeñas, llamadas fascículos, y forma ligamentos, periostio y capsulas articulares. Cada órgano del cuerpo, cerebro incluido, está encapsulado en este tejido conectivo único. De hecho proporciona y determina la forma y el volumen de cada órgano.


El tejido conectivo definitivo


En biología básica aprendemos que el término “tejido conectivo” se usa para describir cierto tipo de células. Es el tejido conectivo el que une todos los tejidos en el cuerpo con el resto de tejidos u órganos del cuerpo. Por ejemplo, conecta la piel con los músculos, los músculos con los tendones, los tendones con el periostio y el periostio con el hueso. También conecta todos los órganos, unos con otros.


Durante siglos, los anatomistas y cirujanos han cortado el cuerpo para aislar y definir órganos, ligamentos, músculos y huesos – pero el cuerpo en realidad son partes y órganos unidos por tejido conectivo fascial. No hay separación de las partes cuando vemos el cuerpo a nivel microscópico. En un animal o ser humano, todo está unido junto por el tejido conectivo fascial. La fascia es el andamio del tejido blando de tu cuerpo. Proporciona la estructura base sobre la que tus células musculares puedan desarrollarse y también envuelve, penetra y rodea todas tus articulaciones.


La influencia de la fascia en la postura y el movimiento


Descrita durante siglos como una estructura pasiva, se sabe ahora que la fascia se contrae activamente de manera suave y parecida al músculo, e influye consecuentemente en la dinámica musculo esqueletal. La influencia que la fascia tiene en la postura y el movimiento se está investigando de manera intensiva actualmente, por lo menos a nivel humano.


Thomas Myers, un especialista miofascial americano, ha demostrado que este tejido conectivo se presenta como un sistema corporal completo y no como 600 músculos por separado. Describe el cuerpo como formado por un sólo músculo, que cuelga de más de 600 “bolsillos” fasciales.


Las fuerzas inducidas por una herida pueden causar desequilibrios en el sistema fascial de manera inmediata, o en el caso de micro-traumas repetitivos y sostenidos durante un periodo de tiempo, causan desequilibrios en el sistema fascial. La fascia afectada puede verse recortada, engrosada, deshidratada y como consecuencia afectar a la función del músculo y de la movilidad articular. A su vez esto se traduce en dolor, molestias, rigidez o movilidad reducida y movimiento fuera de lo normal. En estas circunstancias, la fascia no sólo pierde su habilidad para comunicar via la bio-tensegridad sino que también pierde su habilidad de lubricar, aislar, envolver y dar apoyo funcional a todos los sistemas corporales. Se vuelve demasiado contraída o estirada y no puede responder rápidamente a los cambios funcionales necesarios en la postura o movimiento.


Un área localizada de dolor o una cicatriz podrían crear adherencias en los planos fasciales, que serán un detrimento importante si no se tratan y liberan. El tratamiento a través del movimiento, masajes y otras terapias como acupuntura, método Masterson, osteopatía, etc. asegurarán que la fascia mantenga sus calidades esenciales e inherentes. Leon Chaitow, un líder en investigación fascial, describe la fascia como “la nueva frontera en los masajes”. La fascia es el órgano de la postura, tanto si se refieren a la postura estática como a la dinámica. Se ajustará a una buena o a una mala postura. Cuando se da una postura inadecuada crónica, bloqueará al cuerpo en esa postura y causará que funcione con una capacidad reducida. Esto se observa de la misma manera en los caballos a diario.


Los patrones de movimiento disfuncional pueden ser la raíz del dolor. Muchos de los problemas músculo-esqueletales comunes y restriciones fasciales que se ven son consecuencia de movimientos inadecuados o reducidos. Lo primero que hace falta es corregir los patrones de movimiento disfuncional del individuo y las inadecuaciones biomecánicas. Una vez las articulaciones se alinean correctamente, los músculos y los tejidos blandos pueden funcionar mejor, y se resuelve la disfunción inicial. Esto pone al paciente en una postura y posición en la que puede hacer ejercicio a altos niveles de intensidad. Se ven las mismas manifestaciones en los caballos.


Aplicaciones en Equinos


En el mundo del caballo, algunos de los mejores entrenadores de doma clásica que conocemos como Manolo Mendez, Charles De Kunffy, Klaus Schöenich, Colonel Christian Carde y el Dr. Gerd Heushmann, todos prestan especial atención al equilibrio y la rectitud y el papel que la fascia juega en la biomecánica del caballo que es montado. Cada día durante el entreno, vemos constricciones fasciales, pasos mal realizados y patrones de movimiento disfuncionales. Estos están presentes tanto en caballos de paseo como en los de alta competición. Hemos aprendido, demasiado a menudo, que estas disfunciones fasciales o de tejido blando, acaban en dolor y cojeras.


Una vez entendemos que la fascia del caballo y/o del jinete se va a ajustar a la postura existente o al desequilibrio del cuerpo, tenemos que darnos cuenta de que el equilibrio del caballo en estado natural está lejos de ser adecuado para un caballo que va montado. A menos que se corrija el defecto inherente que ahora conocemos como una manifestación de “lateralidad” (el estado de dominación del miembro izquierdo o derecho), el jinete siempre encontrará resistencia y siempre estará compensándola. Es necesario cambiar la biomecáncia del caballo cuando se entrena a un caballo joven o cuando se “corrige” a un caballo más mayor. Además los jinetes deben corregir los errores de su propia postura corporal y deficiencias biomecánicas si no quieren llevárselas incorporadas cuando vayan a montar. Tomando consciencia y trabajando todo esto para la buena salud del caballo y del jinete, esta claro que montar a caballo bien es un arte.


Aunque los músculos y los huesos son componentes muy relevantes, necesitamos profundizar más en los cuerpos de nuestros caballos y corregir la postura, los errores en los pasos, las condiciones de vida y de entreno, si realmente queremos que estén sanos y sin dolores. El mensaje clave de este artículo es: devolver las cualidades naturales intrínsecas de la fascia (de la tuya y de la de tu caballo) es clave para la gestión del dolor, y para desbloquear tu potencial y el de tu caballo!

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