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Lenguaje corporal equino: 7 mensajes a reconocer




Aunque cada caballo es un individuo diferente, hay algunas señales comunes de comportamiento que te pueden ayudar a distinguir si tu caballo está feliz, enfermo o con dolor.


Este post es una traducción de un artículo de la revista The Horse de Christa Lesté-Lasserre, del 30 de enero de 2020, en el cual dan su opinión varios etólogos e investigadores internacionales.

Caballo, hablemos. Como te sientes? Te gusta cuando te rasco aquí? Pero no ahí, verdad? Vale, eh espera un momento. No me vas a morder, no?

Leído así, parece una conversación a una sola banda. Si escucharas esta charla a través de una pared del establo, pensarías que tu vecino/a está teniendo una charla imaginaria con su caballo. Pero la verdad es que los caballos se comunican con los humanos. De hecho, cuando se les da la oportunidad, lo hacen bastante bien. Y lo hacen mediante el lenguaje corporal, usan sus caras, orejas, patas, posteriores, colas y todo su cuerpo comunica información. Así que ésta no sería una conversación a una banda o imaginaria. Y tu compañero/a de la hípica no está loco/a. Al contrario, cuando los humanos hacen un esfuerzo para aprender a leer a sus caballos, pueden crear caminos hacia una relación entre especies más fuerte y segura.

La lengua nativa de tu caballo

Aunque la comunicación vocal entre caballo tiene lugar en manadas, sabemos que la mayoría de las comunicaciones diarias se dan a través del lenguaje corporal. Mediante movimientos aparentemente sutiles – de las orejas, ollares, ojos, boca, cola, pies o incluso cambiando el peso o tensándose – es como se transmiten información unos a otros.


Así es como han evolucionado, y como su lenguaje corporal ha evolucionado, también.

Y tiene sentido. Estos animales son presa, y la comunicación sutil puede significar la supervivencia en un mundo en el que cualquier tipo de ruido podría atraer la atención de los depredadores. Si podemos aprovecharnos de ese “código de lenguaje del caballo” podemos encontrar una gran cantidad de información útil.

Lecciones de lenguaje: Descifrando el código

Si un caballo sacude la cola, está nervioso o contento? Si tiene los ojos entrecerrados está relajado o tiene dolor?


Para comprender el lenguaje corporal equino, primero tenemos que ser conscientes de que hay una comunicación para empezar – que no siempre se da. Es sorprendente ver como algunas personas, independientemente de su formación con caballos, no se dan cuenta del lenguaje corporal que se da, mientras que otros lo pillan intuitivamente.

En segundo lugar, tenemos que leer las señales sin proyectar o peor, adivinar. Una buena escucha viene de conocer la ciencia detrás del lenguaje corporal equino. También viene de pasar mucho tiempo simplemente observando a tu caballo.

Es recomendable que toda persona amante de los caballos los observe. Pasar un tiempo sin hacer nada más que observar a tu caballo en el campo. Los amantes de los caballos deben saber como se comunican los caballos y especialmente como se comunican sus propios caballos.

Aunque cada caballo es diferente, con ayuda de varias fuentes hemos juntado una serie de cosas comunes que tu caballo puede estar comunicándote con su lenguaje corporal. No importa si alguna de estas cosas no son intencionadas. Incluso si el caballo no está haciendo un esfuerzo para hablar contigo, todavía te está enviando información crítica que necesitas poder leer.

A continuación 7 cosas que tu caballo podría estar diciéndote:

1. “No me encuentro bien”

Un caballo que está enfermo o con dolor puede mostrar las expresiones físicas clásicas de molestias. Un caballo enfermo probablemente no estará muy despierto ni alerta. Puede estar apartado del grupo como si no quisiera interactuar con nadie. Ese lenguaje corporal a menudo es la primera señal que algo va mal, incluso antes de que pierda el apetito.


Si tiene dolor, se puede mostrar en guardia, protegiendo el área que le duele. Un caballo con molestias por cólico a menudo patea o se mordisquea el abdomen, patea el suelo y se tumba y se vuelve a levantar. Y en general, un caballo con dolor podría parecer enfurruñado o mostrar comportamiento defensivo hacia los humanos o los otros caballos.


Un caballo con dolor podría reducir su nivel de actividad, mantener la cabeza baja, mostrar una mirada fija y una posición rígida y estar reacio a moverse.

Los rasgos faciales también pueden revelar dolor. Recientemente se desarrolló la “Escala de gestos del caballo”, que permite a la gente comprobar si tienen expresiones faciales relacionadas con el dolor. En caballos con laminitis o recientemente castrados que usaron en sus estudios, observaron una tendencia en la mayoría de caballos con dolor a dejar las orejas planas y tensar o poner rígidas ciertas partes de su cara: los músculos sobre las órbitas oculares, por encima de los ojos y la boca, los ollares y los músculos de masticación.


Los caballos montados expresan dolor usando un conjunto de diferentes expresiones faciales y de comportamiento. Estas incluyen persistentemente echar las orejas hacia atrás, abrir la boca repetidamente, una mirada fija intensa, la alteración de la posición de la cabeza por echar el bocado hacia arriba o hacia atrás, sacudir la cabeza arriba y abajo o de lado a lado sin parar, torcer la cabeza y sacudiendo la cola repetidamente.

2. “Estoy estresado!”

Los caballos con estrés agudo muestran un lenguaje corporal fácilmente reconocible. Pueden tener las orejas apuntando hacia adelante, con los ojos muy abiertos, los ollares abiertos también, la cabeza alta, una postura rígida y la cola alta. Pueden resoplar por los ollares y podrían defecar. Los caballos cuando salen de situaciones estresantes a menudo se relamen y mastican, como un reacción involuntaria. Puesto de manera simple, esto pasa porque al cambiar de una respuesta del sistema nervioso simpático (estrés agudo) a una respuesta del sistema nervioso parasimpático (descanso y recuperación), la boca del caballo pasa de estar seca a estar húmeda. Cuando empieza a salivar, se relame y mastica.

Esto es algo que lleva a confusión, especialmente entre los que hacen doma a lo “susurrador de caballos” sin tener una base científica. Ponen al caballo en una situación estresante y entonces interpretan erróneamente el lenguaje corporal del caballo de relamerse y masticar como una señal de sumisión o de un vínculo especial. Pero no lo es. Es una señal de que un caballo se relaja porque pasa de un nivel más alto de estrés a uno más bajo.

El lenguaje corporal que indica estrés crónico puede ser más difícil de distinguir, especialmente en el caso de un caballo enfermo o con dolor. Aquí es donde la escala de gestos puede ser un poco confusa. Está bien mirar el lenguaje corporal en global y no centrarse sólo en los rasgos faciales, ya que estos pueden ser similares para el dolor, la enfermedad y el estrés físico o psicológico crónico.

3. “Estoy deprimido”

Los caballos deprimidos tienden a exhibir un tipo de lenguaje corporal específico que es fácil de reconocer una vez ya lo has visto.


Mantienen una postura “fija”, quedándose quietos durante varios minutos en la pose característica con el peso puesto en la parte delantera, el cuello horizontal y bajo, pero alargándolo, y especialmente con los ojos abiertos y las orejas inmóviles. A menudo se ponen de cara a una pared y muestran una total indiferencia por el entorno, como si se hubieran desconectado.


Este escenario se da principalmente en caballos estabulados que han entrado en un estado de indefensión, que han abandonado, por decirlo alguna manera, después de pasar varios periodos de estrés crónico.

4. “Esto no me gusta”

Los caballos no siempre están de acuerdo con nuestras decisiones, a menudo no dudan en expresar su descontento. Si nuestro estilo de monta o nuestro método de cepillado les resulta incomodo, su lenguaje corporal puede ser muy claro: “esto no me gusta”.


Muchos caballos montados sacuden la cola en reacción a una ayuda de pierna desagradable. Es el mismo movimiento que hacen cuando les molesta un insecto, es su forma de decir “esto me molesta”.

Los caballos también pueden sacudir la cabeza o reaccionar a una presión de bocado desagradable abriendo la boca o tirando del bocado, a veces arrancando la rienda de las manos del jinete. Es un caso en el que el lenguaje corporal se ve reforzado y se convierte en un comportamiento aprendido porque obtiene el resultado que quieren: liberación de la presión.

Cuando se les cepilla, los caballos también usan el lenguaje corporal para expresar lo que no les gusta. Por ejemplo, aprietan los labios, elevan el cuello y abren los ojos mucho en respuesta a un cierto tipo de cepillado. Están diciendo que no les gusta. Y es muy importante comprenderlo, teniendo en cuenta que el cepillado se supone que es un momento agradable para el caballo. Trágicamente, mucha gente piensa que es así, incluso cuando el caballo les está diciendo que no lo es.

No me llames temperamental


Las yeguas en celo usan un lenguaje corporal dirigido a seleccionar semental, mostrando su interés siguéndoles, orinando frente a ellos y haciendo “guiños” con la vulva. Pero a menudo a las yeguas se les adjudica una reputación de temperamentales debido a un comportamiento desagradable con los humanos.


Hay muchos casos de “yeguas problemáticas” en los que los problemas se atribuyen a las hormonas, pero ese no es casi nunca el problema real. La mayoría de veces tienene algún dolor oculto que se está pasando por alto porque la gente asume que está así por su ciclo. Y se convierte en un problema serio de bienestar.


Las yeguas pueden tener adherencias o lipomas (tumores de grasa) que tiren de sus órganos reproductores, lo cual puede ser incluso más doloroso durante ciertas fases del ciclo reproductivo. Pueden darse casos de desgarros anales, fistulas ano-vaginales (una apertura anormal que conecta la vagina con el recto) y enfermedades sexuales genéticas, por nombrar algunos casos. La conclusión es, no ignores el lenguaje corporal de tu yegua sólo porque sea una yegua. Cabe la posibilidad de que te esté dando las señales correctas que no deberían achacarse a las hormonas.

5. “Esto se va a poner feo”

Los humanos podrían evitar muchos accidentes relacionados con caballos prestando atención al lenguaje corporal de sus caballos. Imagina que llevas a tu caballo por un camino por donde no quiere ir.


Si ves que gira la cabeza hacia el lado opuesto, aún puedes corregir el problema, evitando el peligro de que te arrastre o te patee. Pero si esperas a cuando ya ha girado los hombros, es demasiado tarde. El 25% de las visitas al hospital por parte de personas del mundo ecuestre son resultado de accidentes pie a tierra.


Los caballos a menudo amenazan antes de atacar – es parte de su lenguaje corporal entre ellos. Si los humanos prestáramos atención a las orejas echadas hacia atrás y a sus amenazas, como ponerse de manos o lanzarse hacia la persona mostrando los dientes, podría haber menos accidentes.

6. “Esto me encanta!”


Se ha realizado mucha investigación equina centrándose en la comunicación de las emociones negativas. Ya va siendo hora de pensar en qué constituye la expresión de emociones positivas en los caballos. Y eso lo podemos ver en sus “sonrisas”.


Los caballos tienen músculos faciales relativamente complejos que les permiten tener una amplia variedad de expresiones faciales, casi lo que veríamos en la mayoría de primates. Los científicos no se puede usar realmente las palabras “sonrisa” o “feliz” refiriéndose a los animales, pero cuando miras a las expresiones faciales de un caballo con emociones positivas, eso es esencialmente lo que estamos viendo.


Los caballos felices crean la “sonrisa equina” entrecerrando los ojos, estirando el labio superior, echando las orejas hacia atrás casi alineadas con la nariz.. A veces dejan quieto el labio superior otras muestran un pequeño tic. En combinación con la sonrisa a menudo levantan o ladean ligeramente el cuello.


No es suficiente evitar las emociones negativas en nuestros caballos, debemos buscar activamente señales de emociones positivas. Si podemos leer su lenguaje corporal, podemos reconocer lo que les hace felices.

7. “Necesito ayuda”

Aunque la mayoría del lenguaje corporal que hemos descrito hasta ahora podría expresarse sin ningún tipo de esfuerzo para comunicarse con los caballos, los caballos se comunican con nosotros también intencionadamente. Intentan claramente hablar con nosotros, especialmente si quieren algo de nosotros.


De hecho, si no consiguen hacer llegar el mensaje, lo siguen intentando. En un estudio reciente los caballos intentaban pedir ayuda a los humando para poder acceder a un cubo con comida que estaba fuera de su alcance. Los caballos del estudio demostraron que podían ser muy flexibles en sus estrategias comunicativas. Sacudían la cabeza, giraban la cola, movían la cabeza hacia el cubo con la recompensa. Y lo hacían solo si el humano prestaba atención. Así que si tu caballo usa dos o más de estas señales a la vez, podría estar intentando comunicarte algo.


No obstante, si nunca prestas atención a tu caballo, podría dejar de intentar comunicarse contigo. Es una situación muy triste, pero puede arreglarse. Si no sabes lo que quiere tu caballo, se creativo y prueba soluciones diferentes. Aprender la estrategia de comunicación de tu caballo es como intentar conocer a una persona. Nunca dejas de aprender, pero contra más lo conoces, más lo quieres.

Mensaje a recordar

Los caballos dependen de manera natural de una buena comunicación a través del lenguaje corporal. Es lo que da solidez a sus redes sociales, les permite vivir en paz unos con otros y les ayuda a protegerse de los depredadores. Si alimentamos estos intercambios de comunicación prestando atención a las señales visuales de nuestros caballos, podemos profundizar nuestra conexión entre especies y tener experiencias más sanas, seguras y gratificantes con nuestros caballos.

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