A menudo tendemos a hacer la misma rutina de ejercicios con nuestros caballos para entrenarlos, según la disciplina a la que nos estemos dedicando. Pero realizar la misma rutina de ejercicios una y otra vez puede pasar factura a un caballo, tanto mental como físicamente. No solo es probable que el caballo se aburra, sino también que sus músculos, tendones y ligamentos no tengan suficiente tiempo para recuperarse completamente del esfuerzo realizado. Si a un caballo se le pide que se esfuerce de la misma manera día tras día, su cuerpo no tiene la oportunidad de repararse a sí mismo, lo que puede causar que se vayan acumulando tensiones y hasta pequeñas lesiones.
Los caballos, igual que nosotros, necesitan hacer descansos periódicos del trabajo. Pero eso no significa que tengamos que dejar al caballo quieto en una cuadra todo el día. A menos que el caballo esté en una amplia superficie donde pueda moverse libremente de manera continua, estar 24 horas quieto en un espacio cerrado no es para nada beneficioso. Ningún caballo sano necesita este tipo de descanso que roza la inmovilidad, ya que podría resultar en un deterioro de sus tejidos locomotores. Existen mejores soluciones que el 'reposo absoluto' para permitir que tu caballo se recupere de los esfuerzos realizados entrenando, y estas deberían formar parte de un buen programa de entrenamiento y mantenimiento.
Una alternativa es seguir el ejemplo de los atletas humanos que practican el descanso activo, también conocido como recuperación activa. Para las personas, eso significa tomar días libres de su actividad primaria habitual, ya sea levantamiento de pesas, correr a larga distancia, andar en bicicleta, y en su lugar hacer yoga, nadar o dar un paseo. La idea es tomar un descanso participando en una actividad de bajo impacto que mantenga el cuerpo en movimiento mientras se utilizan otros grupos de músculos diferentes.
En el caso de los caballos, la clave está en hacer cambios en el tipo de actividad que se realiza en lugar de parar totalmente. Cambiando la intensidad de la actividad, el tipo, el ritmo, la dirección o incluso el lugar donde haces esa actividad.
A continuación tienes 3 consejos para hacer que el "descanso activo" funcione para tu caballo.
1) Prueba a hacer con tu caballo actividades variadas
Al menos una o dos veces a la semana, haz algo completamente diferente con tu caballo: si tu caballo hace doma en pista habitualmente, llévatelo a dar un paseo por el campo o a la playa; haz ejercicios pie a tierra en pista si tu caballo siempre hace rutas; o trabaja en la reunión y haz ejercicios de pasos laterales en la pista si tu caballo normalmente participa en competiciones de raid o salto.
Este tipo de variación de actividad es muy recomendable en general pero sobre todo cuando acaben la temporada de competición o de su actividad principal. Son unas "vacaciones de trabajo" tanto para ti como para tu caballo. Dos o tres semanas de paseos relajados por el campo, ejercicios variados o trabajo pie a tierra ayudarán a un caballo de competición a tener un descanso mental y físico. A veces puede pasar que al enfocarnos demasiado en los objetivos de la competición se nos olvida que el objetivo debería ser un caballo sano y feliz.
Hacer estas actividades no significa que tu caballo no vaya a descansar nada. A menudo el problema no es que se trabaje demasiado al caballo sino que se trabaja demasiado de la misma manera, en el mismo orden, con la misma rutina, en el mismo sitio. Un entrenamiento variado, que incorpore diferentes tipos de actividades en el programa de ejercicio, no solo mantendrá a tu caballo más alerta mentalmente, sino que también ayudará a conservar su salud.
Las constantes prácticas de los mismos movimientos pueden resultar en una especie de lesión por esfuerzo repetitivo. Si estresas las mismas partes del cuerpo una y otra vez, sin darles tiempo para recuperarse, esas partes del cuerpo comienzan a sufrir. Con el tiempo, acumulan daño que puede llevar a suspensión de tendones y tendones arqueados. El entrenamiento variado permite que el caballo desarrolle un conjunto diverso de habilidades atléticas mientras evita el error de hacer lo mismo día tras día.
2) Desarrolla habilidades complementarias
También puedes utilizar el descanso activo para abordar problemas que hayas tenido en tu régimen de entrenamiento habitual. Por ejemplo, realizar una actividad que sea más estimulante para un caballo que la doma o la competición, como el cross-country, el salto o las rutas por sitios nuevos, puede desarrollar la impulsión y el movimiento hacia adelante en un caballo que carece de estas cualidades.
Salir a dar un paseo tranquilo puede ayudar a desarrollar la calma y reducir la rigidez en caballos propensos a ponerse nerviosos y tensos. El trabajo en colinas con riendas largas ayuda a desarrollar una postura más larga y baja y fomenta el desarrollo de los músculos propulsores. Un buen caballo de raid se beneficiará de un entrenamiento en pista y probar su flexibilidad en ambos lados del cuerpo le recordará al jinete la necesidad de cambiar diagonales periódicamente cuando esté en el campo.
Incluso un cambio de ubicación donde hacer los ejercicios va a proporcionar una estimulación mental al caballo sin sobrecargar su cuerpo. Puedes parar y pedir a tu caballo un paso lateral o unos pasos reunido cuando estés de paseo en el campo. Los entornos diferentes no solo le dan a tu caballo un descanso de su trabajo habitual, sino que también ayudan a darle su confianza y enseñarle a enfrentarse a nuevas experiencias con calma. Cuando regreses a la pista de competición, será más probable que acepte trabajar en situaciones desconocidas mientras sigue prestando atención a tus señales.
3) Proporciona el descanso adecuado: déjale ser simplemente un caballo
A menudo, un descanso real, sin montar en absoluto, es beneficioso para un caballo, después de una carrera de raid o de un evento de tres días, por ejemplo, o al final de una larga y ocupada temporada de competición. Pero se necesita más que simplemente un descanso de la actividad física. Hay que darle tiempo para relajarse mentalmente y simplemente ser un caballo. Y eso significa darle tiempo para relajarse en un entorno menos estresante, como en un paddock activo o paddock paradise con sus compañeros de manada en vez de estar quieto en una cuadra o paddock pequeño. Si ya de normal vive en este tipo de entorno, tendrás a un caballo mentalmente más equilibrado todo el año y no sólo en la temporada de “descanso”.
Dejar descansar a tu caballo al aire libre en un prado de descanso no hará que pierda su condición física. En cambio, hacer reposo absoluto durante un periodo largo de tiempo sí causará una pérdida de fuerza y condición física. Así que a menos que el caballo esté en reposo absoluto en cuadra por orden veterinaria, hacerlo como “descanso” durante mucho tiempo no es una buena idea.
Agregar diferentes actividades al programa de entrenamiento de tu caballo puede parecer complicado al principio por eso ayuda preparar un calendario de actividades para asegurarte de encontrar el equilibrio adecuado. Planifica un horario o ten un plan hecho para toda la temporada competitiva y luego divídelo en bloques detallados de dos semanas que te permitan alcanzar el objetivo a largo plazo en etapas sencillas.
Y recuerda que, al final, el vínculo entre el humano y el caballo es más importante que el resultado de ninguna competición. Si logras que tu caballo compita estando sano, fuerte, estimulado y en sintonía contigo como jinete, ése es el mejor resultado que jamás podrás llegar a obtener.
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