Si tu caballo clava los pies cuando le pides que haga algo, lejos de estar siendo obstinado, podría ser una señal de estrés.
La Dra. Carrie Ijichi, del centro universitario de Hartpury, realizó un estudio en el que se observaba como respondían los caballos a retos de manejo. Los hicieron pasar unas pruebas de manejo que consistían una en pasar por encima de una lona azul en el suelo y otra en pasar por debajo de un arco con cintas de colores. Era importante que estas pruebas no fueran nuevas para los caballos.
Se observó con qué rapidez realizaban los caballos estas pruebas, y si se negaban a hacerlas, qué estrategias usaban para hacerlo. Algunos caballos clavaban los pies y no respondían a nada, otros retrocedían o corrían para dejar atrás rápido el obstáculo. Pusieron monitores de pulso cardíaco en los caballos para detectar cambios en los latidos del corazón de los caballos, que cambiaba cuando se estresaban. También tomaron imágenes térmicas de los ojos de los caballos porque la temperatura del ojo de un caballo aumenta con el estrés.
El estudio concluyó que algunos caballos muy estresados realizaron las pruebas muy rápido, mientras que otros clavaban los pies. No había diferencia en el estrés que sentían los que se clavaban y los que corrían para escapar del objeto. Así que en ambos casos, los caballos sentían estrés.
Clavar los pies o huir son respuestas que en ambos casos usa un caballo para estar a salvo y lidiar con el reto que le hayamos presentado. Reñir, o peor, castigar a un caballo porque intenta evitar algo no será la mejor estrategia, si ya se siente estresado, ya que sólo desde un estado relajado y sin miedo puede aprender a hacer lo que le pidamos.